El universo de Marvel es un lugar basto, con una gran cantidad de personajes y multiversos, que en todos estos se han expandido para darnos historias asombrosas de las cuales se ha nutrido el MCU en estos más de diez años. Desde comienzos de año hemos podido disfrutar de la fase 4, que comenzó con WandaVision, una serie completamente diferente a todo lo que habíamos visto en un pasado, y cumpliendo con su itinerario, ahora le toca a estos míticos héroes el resplandecer en la gran pantalla; The Eternals, los héroes que hasta hace poco contaban con una exposición limitada han llegado para unirse a nuestros personajes favoritos. Su primera aparición en los cómics fue en 1976, los eternos fueron creados por Los Celestiales, seres alienígenas que buscaron crear a los defensores de la tierra y que habitan entre nosotros desde hace más de siete mil años. En esta presentación los conoceremos después de los sucesos de Avengers: End Game, que han llegado para seguir protegiendo la tierra, pero ahora de los enemigos más antiguos y temibles de la humanidad: Los Deviants.
Con un ritmo y estética fuera de lo habitual, optando por un estilo más natural y fluido, la dirección de Los Eternals no solo abogó por la diversificación en la presentación de personajes, sino también se encargó de que el elenco tan versátil que unió diferentes culturas, además de la introducción de actores de múltiples entornos, como lo es México, Irlanda, Líbano, India, Corea del Sur entre otros, no conforme con esto, impregnó el film con la esencia de Chloé Zhao, una directora aclamada por Nomadland y ganadora del Óscar. Hay que tener en mente que esta película no solo se reduce al cumplimiento de una agenda social, sino un film que nos muestra que los héroes no tienen un patrón físico o emocional fijo, que un héroe se forma y es su corazón (así como su sentido de justicia) lo que les hace creer que aún hay cosas por las que vale la pena luchar.
Las críticas, como con cada estreno, son diversas, pero solo queda en nosotros la decisión final, una película no es un credo ni nos obliga a establecer un solo camino hacia la verdad, es una historia y está en nosotros disfrutarlo y decidir que hacer con esta ¡Cuéntanos! ¿Ya los conocías? ¿Ya sabes con quién ir?
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